Paola Pivi, "I Wish I Am Fish", 2009, Vídeo
Paola Pivi fletó un charter privado de Sidney a Auckland, acomodando en sus asientos a ochenta peces en sus repectivas peceras y asegurandolos con el cinturón de seguridad.
Paola Pivi fletó un charter privado de Sidney a Auckland, acomodando en sus asientos a ochenta peces en sus repectivas peceras y asegurandolos con el cinturón de seguridad.
Hoy en el ABCD de las artes y las letras he leído un artículo de Álvaro Delgado-Gal. En él discute la aplicación del adjetivo transgresor al Greco y por extensión a cualquier artista antiguo, por heterodoxo que éste fuera.
Dice: " mientras la vida prosigue su curso por derroteros mas o menos razonables, el arte se ha congelado en una reiteración ritual de la transgresión. Sin esa congelación que es también fosilización, la furibundia artística sería percibida como peligrosa y no se ejercería con la desenvoltura con la que se ejerce. El desplante duchampiano, pierde filo y produce una sensación hipnótica. (...) Ha pasado el tiempo en que el arte podía